Los distintos escenarios económicos conjuntamente con la dinámica empresarial, cada vez se apegan mas a la investigación científica para innovar, producir y comercializar nuevas propuestas de productos y servicios con el fin de que las organizaciones sean más competitivas y mejoren sus negocios.
CIENCIA Y NEGOCIOS: ¿PUEDEN CO EXISTIR?
Actualmente no existen esquemas de negocio que no apliquen la ciencia para estar más ligados a una sociedad que cada día genera más demandas y que a la larga, se convierte en un motor que obliga a impulsar con mayor certeza a hacer cosas nuevas (innovación) y de manera más eficaz (productividad) con el objetivo de mantenernos felices y contentos. La investigación científica conjuntamente con los distintos avances tecnológicos que permiten hacer la vida más cómoda (comfortable world), ayudan a generar prósperos negocios y obtener ganancias para las organizaciones; dicho de otra forma, la ciencia impulsa la innovación permitiendo buscar nuevas formas de producir y lograr que un país tenga un mayor crecimiento en su economía.
FORMA DE COMO LA CIENCIA AYUDA A MEJORAR LOS NEGOCIOS
Además de aprovechar la ciencia para usarla como un ente que ayude a las cargas productivas, la investigación científica hoy en día se está enfocando en formar personas para que impulsen el desarrollo empresarial y en otras organizaciones a nivel mundial. Dicha investigación se centra en formar empresarios y directivos que permitan:
- Contribuir al desarrollo del conocimiento en las empresas
- Implementar y desarrollar conocimientos en planes de gestión de interés internacional a partir de su realidad local
- Contribuir al desarrollo de una comunidad de investigadores científicos
- Mejorar la práctica de los negocios en sus organizaciones.
Un ejemplo de la utilización de dichos ejes en la práctica empresarial es que al pensar científicamente se puede lograr “cosas” que presenten mayores ventajas como aumento de vida en productos perecederos, mejoras en suavidad, humectación, disminución en la absorción de líquidos, eliminación de sustancias dañinas, mayor rendimiento del producto, mejores texturas, mayor sabor, entre otros. Por dichos motivos los empresarios modernos deben revisar las teorías y el contexto histórico en el que se desarrollan sus productos o servicios y así aplicar herramientas para hacer investigación con una sólida base estadística y de mejora continua.
EL KNOWLEDGE MANAGEMENT
Se cree comúnmente que la investigación científica o ciencia se ocupa únicamente de crear productos altamente tecnológicos, alimentos más sanos o servicios más eficientes; pero en la realidad la tendencia actual es crear empresas inteligentes, lo que se llama knowledge Management; por eso es importante generar conocimiento científico en áreas como procesos organizaciones, emprendimientos sociales, innovación empresarial en países en desarrollo, estrategia y competitividad, financiamiento de empresa y estructura de capital, investigación de mercados, etc. Un ejemplo de esto es el legado de Nathan Myhrvold https://nathanmyhrvold.com/index.php, quien tras retirarse en el año 2000 de Microsoft, fundó la empresa Intellectual Ventures con el fin de invertir en mentes brillantes (en personas, no empresas), cuyo motor es la pura invención gracias a la investigación.
En las Maestrías Oficiales que ofrece CEUPE https://www.ceupe.ec/programas.html, y sobre todo en el MBA https://www.ceupe.ec/programas/master-online-alta-direccion-de-empresas.html, nuestros estudiantes adquieren conocimientos de gestión y ciencia enfocados a los negocios. Aprovecha nuestros planes de financiamiento y promociones mensuales que puedes obtener con tu matrícula.
Finalmente, gracias a la utilización de la investigación científica en las empresas, los negocios se desarrollan de forma más responsable ya que provienen del surgimiento y la evolución de prácticas nacidas en el campo del conocimiento, y no de un terreno para únicamente obtener lucro o reconocimiento social, pues los avances y descubrimientos científicos buscan resolver problemas de la sociedad de manera directa o indirecta, a corto o a largo plazo, y como dice el argot popular, a la larga nuestros hijos nos lo agradecerán.
